jueves, 16 de diciembre de 2010

Palestina en tiempos de Jesús


Palestina, la tierra donde nació Jesús, era en esa época, una provincia del Imperio Romano. Tras la conquista que fue iniciada por el general Pompeyo en el año 63 a.C. y culminó con la toma de Jerusalén por Tito en el año 70 d.C. Palestina quedó dividida en siete administraciones: Idumea, Samaria, Judea, Galilea, Traconítida, Decápolis y Perea.

El dominio de Palestina por los Romanos supuso para los palestinos el contraer obligaciones y obtener ciertos beneficios. Obligaciones: Estaban obligados a pagar dos tipos de impuestos a Roma: Impuestos directos, que consistían en pagar una cantidad de dinero en función de las propiedades que poseían. Impuestos indirectos, o porcentajes que debían pagar por las compras o ventas que efectuaban. Los palestinos no podían aplicar sentencias de muerte sin el permiso de Roma, aunque sí podían celebrar juicios.

Beneficios: Los palestinos se beneficiaban de la red de vías de comunicación que Roma construyó. Podían utilizar el sistema de correos que la organización administrativa de Roma creó. Podían utilizar las numerosas obras públicas construidas por los romanos: acueductos, teatros, fuentes, las cuales mejoraban las condiciones de vida de los palestinos. Los romanos respetaban la religión judía, sus leyes e instituciones. Les permitían celebrar el sábado (día sagrado) quedar exentos del servicio militar y celebrar juicios civiles y religiosos.

Los palestinos vivieron también etapas conflictivas. El hecho de estar sometidos por los romanos, inquietaba a algunas clases sociales judías, que conspiraban constantemente contra las autoridades de Roma. Las tropas invasoras reaccionaban brutalmente contra cualquier intento de rebelión, y llegaron a tener represalias muy duras. Un ejemplo de esta dureza es la crucifixión de mil judíos en las murallas de Jerusalén por orden del gobernador romano Poncio Pilato.

Organización política.- En la administración política de Palestina en tiempos de Jesús, vamos a destacar tres figuras o instituciones relacionadas, de una o de otra forma, con la vida de Jesús: Herodes I el Grande y sus sucesores; el gobernador romano Poncio Pilato y el Sanedrín. Y el emperador de Roma cuando nació Jesús era Octavio Cesar Augusto.

Poncio Pilato Fue gobernador romano en Judea del año 26 al 37 d. C: Así pues, bajo su mandato se desarrolló la predicación y muerte de Jesús. Su misión era controlar las siete administraciones de Palestina, nombrar o destituir al sumo sacerdote (título equivalente al presidente del gobierno). Cobrar los impuestos que imponía Roma y autorizar la ejecución de la pena de muerte. Se le describe como un hombre inflexible, arbitrario y despiadado. Ordenó una matanza de galileos en el templo y posteriormente, otra de samaritanos.

El Sanedrín Era el órgano de gobierno propiamente judío. Su nombre significa "sentarse juntos, consejo". El Sanedrín era similar a un parlamento. Ejercía el poder Legislativo (elaborar y aprobar las leyes), el judicial (juzgar los delitos contra las leyes), y el ejecutivo (hacer cumplir la ley). Estos poderes estaban limitados por las autoridades romanas. Así, si el Sanedrín, por ejemplo, condenaba a alguien de muerte, no podía aplicarse la sentencia sin la autorización del gobernador romano. Ejercía también de corte suprema religiosa; es decir, fijaba la doctrina religiosa, establecía el calendario litúrgico y regulaba la vida religiosa del país. El Sanedrín estaba compuesto por 71 miembros pertenecientes a tres clases: Los ancianos (senadores o presbíteros) eran casi todos miembros de la aristocracia y hombres de negocios Los sumos sacerdotes eran, en su mayoría saduceos. Los letrados o maestros de la ley, fariseos en su mayor parte. El presidente del Sanedrín era el sumo sacerdote, una especie de presidente del gobierno. Su función era gobernar el país bajo el control de Roma.

Estructura social y religiosa.- Todas las sociedades están organizadas en unas clases sociales determinadas que tienen unas características concretas. También en Palestina, el país de Jesús, existían diferentes clases sociales. Conocerlas nos puede ayudar a comprender la predilección de Jesús hacia las clases sociales más desfavorecidas. Clase alta: Sumos sacerdotes, Jefes romanos, grandes terratenientes, ricos comerciantes, jefes de recaudadores de impuestos. Clase media: Artesanos, recaudadores, maestros de la ley, sacerdotes. Clase baja: Pueblo (campesinos, pescadores, pastores) enfermos pobres, esclavos, leprosos.
Estructura religiosa de Palestina En Palestina, la religión tenía gran importancia y estaba muy unida a las cuestiones sociales y políticas. De hecho las autoridades religiosas y políticas eran las mismas. Como señalábamos anteriormente, el máximo órgano político-religioso era el Sanedrín, que tenía poderes religiosos, políticos y judiciales. En la época de Jesús existían diversos grupos religiosos con los que éste se relacionó, dialogó, se enfadó, e incluso denunció. Señalamos los más importantes. Grupo Rasgos identificadores Sumos sacerdotes Encarnaban la máxima autoridad: presidentes del Sanedrín y jefes del pueblo. También eran los responsables del Templo y del Cumplimiento de la Ley. Eran nombrados por el gobernador romano y pertenecían a las familias más nobles del pueblo.

Sacerdotes: Su misión era la dedicación al culto. Cabe distinguir tres grupos:
Los que pertenecían al grupo social de los saduceos (la aristocracia). Realizaban las funciones de culto en el templo de Jerusalén. Los sacerdotes rurales, que vivían de algún oficio. Su nivel socioeconómico era bajo. Los levitas eran los ayudantes de los sacerdotes. Su nivel socioeconómico era el más bajo.

Fariseos: Se cree que su nombre se deriva del arameo perssaya, que significa separados. Recibieron este nombre porque su observancia exagerada de la ley los separaba del pueblo sencillo. Se consideraban los buenos, los cumplidores y por eso no se relacionaban con el pueblo ni con los saduceos. Pertenecían a la clase media (artesanos) y eran para el pueblo, sus guías espirituales, porque los consideraban cultos y sabios. Abundaban entre ellos los maestros de la Ley. Sus ideas se fundamentaban en una estricta fidelidad a la Ley. Jesús se enfrentó muy a menudo con ellos, sobre todo en temas doctrinales. De hecho, este grupo social fue el que más presionó para condenar a muerte a Jesús.

Saduceos: Su nombre se deriva de Sadoc, del que descendían, desde los tiempos de Salomón, los sacerdotes de Jerusalén. Eran de clase social alta y pertenecían a la aristocracia. Tenían grandes propiedades y eran los principales sacerdotes su influencia era muy poderosa. Políticamente colaboraban con los romanos para mantener el poder.

Zelotes: su nombre se deriva de la palabra celo, debido a su celo exagerado por el cumplimiento de la Ley. Podríamos decir que eran fanáticos de la Ley, de situación social baja.
Políticamente estaban en contra de los romanos y fomentaban frecuentes rebeliones y escaramuzas. Se los consideraba alborotadores.

Esenios: Se cree que su nombre significa "los devotos, los silenciosos" Eran una especie de monjes austeros y sacrificados, que vivían en comunidades monásticas en el Qumrán; cerca del Mar Muerto. Rezaban y meditaban sobre las Escrituras, esperando la venida del Mesías. Observaban el sábado religiosamente.

Helenistas: Eran los judíos nacidos fuera de Judea, en las colonias del norte de África y del Mediterráneo oriental. Su lengua era el griego (de ahí el nombre de helenos). En Jerusalén y otras ciudades del país, tenían su sinagoga propia, donde leían la Biblia y rezaban en griego.

Otros grupos: Los que pertenecían a la escala social más baja; es decir, los pobres y marginados. Los campesinos: Poseían algunas tierras de cultivo, que apenas les proporcionaban lo suficiente para sobrevivir. Los jornaleros o trabajadores: Por cuenta ajena, en paro muy a menudo.
Los pequeños artesanos de aldea: Realizaban diferentes tareas: herreros, carpinteros, albañiles…A este gremio pertenecía José, esposo de María Las mujeres, los niños, los esclavos no judíos (la mayoría árabes), los pastores asalariados, los pecadores (prostitutas, adúlteras) y los publicanos: Que eran los encargados de recaudar los impuestos.
Los mendigos y los enfermos: La falta de alimento y de higiene en las capas más bajas de la sociedad traía como consecuencia que, además de hambrientos, la mayor parte de los mendigos estuviera enferma. Estas enfermedades podían ser físicas: ceguera, lepra…. o psíquicas: afecciones mentales o nerviosas. A causa del desconocimiento de estas enfermedades, los enfermos eran considerados poseídos.  La vida de estas personas era muy dura. Además de su miseria material, la gente los consideraba impuros. Pensaban que si estaban enfermos era porque habían cometido un pecado y Dios les había castigado. Por eso nadie se acercaba a ellos ni dejaban que se acercasen. Por toda esta gente es por la que Jesús sentía una predilección especial, hasta jugarse la vida por ellos.
Instituciones religiosas La vida religiosa giraba en torno a cuatro instituciones fundamentales: La Ley, el Templo de Jerusalén, la sinagoga y las grandes fiestas.
La Ley Era la Palabra de Dios, que guiaba la vida de los judíos. Se leía diariamente, pero de forma solemne y más extensa el sábado, día festivo del pueblo de Israel. Los judíos sentían una veneración especial por la Ley.
El templo de Jerusalén Era uno de los lugares más importantes de Israel. Toda la vida de los Israelitas giraba en torno al Templo. Era el símbolo de la presencia perpetúa de Dios en medio del pueblo. Los judíos de todo el mundo, solos o en grupo acudían a él al menos una vez al año para rezar. En el Templo se enseñaba el contenido de la Biblia y se cantaban los salmos, mientras los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios. Servía también para repartir dinero y alimento a los pobres. Además de ser casa de oración, era el lugar donde se guardaban los tesoros, tanto de la nación como los particulares. Era el centro de la vida del país: comercio, banco, parlamento, punto de encuentro.
No es extraño que, cuando Jesús visitaba Jerusalén, Jesús eligiera el Templo como lugar de predicación, dado que era el punto más concurrido de la ciudad. Y de ahí se puede entender porque Jesús se enfadó con los vendedores del Templo, pues éstos lo habían convertido en un mercado y explotaban a los pobres. Estaba situado en el monte Sión, en lo más alto de Jerusalén. Fue construido por Salomón y destruido por los babilonios en el año 587 a. C., fue reconstruido en el año 515 a.C. tras lo cual volvió a ser destruido varias veces. Herodes I el Grande comenzó a reconstruirlo hacia el año 20 a.C. y se terminó de construir en el año 64 d.C. Seis años más tarde, fue destruido definitivamente por Tito. En la actualidad se conservan solo las murallas, el Muro de las Lamentaciones, donde los judíos van a rezar.

Descripción del Templo de Jerusalén: Era una plaza en forma de rectángulo irregular de 300 por 480 m. La gran plaza estaba rodeada por arcos o porches. En los arcos se reunía la gente para la discusión, la enseñanza y el tráfico bancario correspondiente al pago de tributos al templo u la compra de las víctimas para los sacrificios (vacas, corderos, palomas…)

La Sinagoga: Era el lugar donde se reunían los judíos para rezar. Lo hacían tres veces al día: por la mañana, a primera hora de la tarde y al acabar la jornada. De manera solemne, estas reuniones tenían lugar el sábado. En ellas rezaban la profesión de fe o credo judío; leían el Decálogo y fragmento de la Ley; cantaban los salmos y leían otros textos de la Biblia que eran comentados por los rabinos o estudiosos de la Biblia. La sinagoga también servía de escuela. Los evangelios nos cuentan que, durante su juventud, Jesús frecuentó la sinagoga de Nazaret y Cafarnaúm. Las fiestas Las fiestas judías tenían un carácter religioso. Las más importantes son tres: La Pascua, Pentecostés y Tiendas. En ellas, el pueblo se reunía para reforzar su fe.

Ambiente religioso del pueblo de Israel.- En todos los países y pueblos existen o han existido personas en las que la gente tiene puesta su esperanza. La gran esperanza para el pueblo judío a lo largo de la historia era la espera del Mesías. Los profetas habían anunciado que Dios intervendría para poner fin al sufrimiento humano y para sanar las dolencias de los enfermos enviando un Mesías. (Is. 61, 1-3) Pero no todos tenían la misma idea sobre el Mesías que iba a venir. Cada uno se imaginaba o esperaba un Mesías diferente.
Grupos o personas Cómo imaginaban al Mesías Los romanos: Un líder político que podía provocar una revuelta. Los sacerdotes: No esperaban al Mesías, se sentían autosuficientes.
Los fariseos: El Mesías se haría presente, cuando todo el pueblo practicase
La Ley de Moisés El pueblo: Alguien que los iba a liberar de la opresión de los romanos e hiciera justicia.

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